El cansancio.
Los ojos rojos como sapos hinchados
La bilis y los orines derramados
¡YA NO! Grita tu cuerpo
No luches contra lo que eres o morirás en el intento
¡YA NO! Te tambaleas en el silencio
Apestas a tabaco mientras avientas tu falso valor a un lado
El alcohol impregnado en las ropas y en lo que aún puedes llamar arterias
¡YA NO! La desesperación en remolinos estalla en tu cerebro.
El vacío que solo es acompañado por un cuerpo adolorido
El dolor que se convierte en zumbido de chillantes palabras taladrando tus oídos.
Otras veces ya te habían golpeado pero en el cuerpo
Otras veces ya te habían destrozado el ego.
Ahora fue diferente muñequita
Ahora fue directo al pecho,
a ese trapo maltrecho que bombea lo que te hace moverte por el tiempo
Ya no eras de hule niñita tontita
Te quitaste tus vestiditos bien cortaditos y entregaste tu corazoncito
Pobrecita que no te fijaste que traías defecto de fábrica.
¿Quién creías que preferiría tu estado maltrecho comparado con tu latex cuasiperfecto?
Hay nena ¿Por qué te volviste de carne y hueso?
Mejor te hubiera ido sin salir de la envoltura.